La guardería municipal de Sada, a la que va la Ponchu por las tardes, además de ser minúscula y no cubrir ni de lejos las necesidades del municipio, tiene unos horarios de funcionariado que ya quisiéramos para nosotras/os las mamás y los papás trabajadores. No solamente se toman la libertad de cerrar durante todo el mes de agosto (como si toda la humanidad se parase para ir a tomar el sol a la playa), sino que en julio hacen jornada intensiva de mañana. Inaudito. Sobre todo para un servicio social que nace con el objetivo de favorecer la conciliación. Pero la cosa no queda ahí: como Pon solamente fue admitida en horario de tarde (por la saturación del centro), no tiene derecho a acudir a la guardería en julio en el horario intensivo, es decir, que no tenemos derecho a guardería ("servicio público", en teoría") ni en julio ni en agosto.
¿Qué se supone que hacemos con las criaturas? Y mamá Gatida dice más ¿qué va a ser de nosotros cuando nazca el segundo bebé? Como podéis suponer, la cosa no va a quedar así y elevaremos nuestra más enérgica protesta para que:
- Los horarios de una guardería pública municipal (que pagamos todos y todas con nuestros impuestos) se adapten a las necesidades de las madres y padres que trabajan y no a la comodidad del personal. A todo el mundo le gustaría quedarse calentito en la cama, pero va a ser que no...
- En julio no pueda modificarse el horario habitual.
- En agosto se abra para todas las personas que así lo necesiten, también en horario habitual.
Y que se haga otra más de una vez!!!
Que luego nos llevamos las manos a la cabeza al ver las tasas de natalidad y de actividad femenina...
Mañana se termina 2007, un año fantástico porque Inés crece alegre y saludable y la familia ha aumentado con el nacimiento de Félix. Echando cálculos, hemos estimado que me he pasado algo más de un tercio de nuestro matrimonio embarazada... eso sí, los resultados son estupendos, al menos para ellos, como podéis comprobar en las fotos.
