martes, 22 de enero de 2008

Qué mona que soy

Y qué total look llevo siempre... Los reyes magos me dejaron en Madrid una chaqueta de "corasones" y voy hecha un pincelito, con mi boina de rayas.
Estamos preparando los disfraces para carnaval, y sólo vamos a decir que hoy Inés ha tenido por fin entre sus manos su sable de luz... de color azul. Una poderosa Jedi.

viernes, 18 de enero de 2008

Me llamo Félixxxxx y me río un poquito

Félix nos ha regalado sus primeras y tímidas sonrisas. A ver. Las comparaciones son inevitables. Inés tardó algo más pero se reía con todo lo que la boca le permitía y enseguida aprendió a reírse con su característica y sonora carcajada, que aún conserva. Cuando Inés bebé se reía, todos nos mondábamos de risa. Félix parece un pelín más tímido, de momento: también hay que tener en cuenta que aunque el domingo cumple tres meses, si todo hubiese ido por su cauce estaría cumpliendo sólo uno.

Aunque la verdad es que si los dos llegan a reírse y gritar con los mismos decibelios el resto de la familia corremos peligro serio de sufrir sordera.

viernes, 11 de enero de 2008

Superada la barrera de los 4 kilos
















Por fin fotos decentes de Félix, para que podáis ver en detenimiento. Una monada de 4.100 grs y 54,5 cms. Ya más expresivo, regordete, con papada de obispo. E Inés, una hermana solícita, cariñosa y algo mandoncilla. Le echa unos rapapolvos...

domingo, 6 de enero de 2008

Mañana de Reyes

Estos son los primeros Reyes de los que Inés es plenamente consciente. Hemos cumplido con todas las tradiciones:
- Ayer, cabalgata en Coruña: llantos de una Pon aterrorizada por los cabezudos que pedía irse de allí a gritos. Era un círculo vicioso: como los personajes de la cabalgata que iban a pie la veían llorar, se acercaban a darle caramelos y a acariciarla con la mejor intención, lo cual provocaba más llantos y gritos, y así todo el rato. Eso sí, a toro pasado lo cuenta como si hubiese ido en las carrozas y muestra su trofeo de caramelos muy orgullosa.
- Por la noche, dejamos las zapatillas, y un vaso de leche con galletas para los camellos, que dieron buena cuenta de él porque por la mañana ¡ya no estaba!

Y esta mañana... la sorpresa de encontrar un montón de regalitos en sus zapatillas. Por supuesto, también abrió los de su hermanito Félix.